Yiyo Cantoni. Recuerdos aleatorios.


Los cosos de al lao

Por Gabriel Fernández *

Una experiencia singular, que contribuyó a posicionar el periodismo popular con gran profesionalismo, fue protagonizada, entre otros, por la tensión entre dos hombres que ya no están entre nosotros: Eduardo Candreva y Yiyo Cantoni. El lugar de la iniciativa fue Radio Futura, FM 90.5, en la Ciudad de La Plata.

Si todo terminó bastante mal, con peleas múltiples y acusaciones cruzadas, fue en parte por la pasión que Yiyo puso en la elaboración de una tira diaria de altísima calidad periodística, y le energía que Eduardo derramó en la construcción en una emisora alterna, asentada en el corazón del pueblo.


A la distancia, se puede recordar a los dos sin olvidar el contraste, pero sin llevarlo a extremos que hagan pensar que se trataba de senderos enemigos. La tira desplegada por Cantoni, de la que participé como columnista político desde Capital Federal, se llamaba Los cosos de al lao.

El equipo era amplio y sólido. Se atisbaba con nitidez la capacidad de Yiyo para articular espacios periodísticos. La masividad de audiencia alcanzada sobre mediados de los difíciles 90 evidenció la necesidad del público de escuchar productos hondos, ágiles, sinceros. Bien realizados.

Esa cantidad de oyentes se asentaba también sobre la labor de Eduardo que, con medios precarios, logró instalar una emisora que apenas calzaba en la ciudad. Sin web, claro, resultaba inaprehensible unos metros más allá de La Plata. Pero donde llegaba, capturaba.

A tal punto que los numerosos llamados derivaban en exquisiteces, como competencias entre columnas: los oyentes llegaban a votar preferencias sobre los informes deportivos, políticos, económicos. La experiencia fue plasmada por Yiyo, años después, en otras emisoras.

Habíamos compartido escuela con Cantoni. El querido Normal 3 nos convocaba a lecturas, vagancias y mucho fútbol. Ambos, siempre de los primeros anotados a la hora de jugar en Plaza Rocha los sábados… o cuando fuera.

Jamás hablamos, de pibes, acerca de nuestra latente pasión periodística. Hablábamos de fútbol: el eterno debate de triperos y pinchas. Nos encontramos en este oficio ya jóvenes grandes, de unos 35 años. Mientras Los cosos de al lao latían a diario, La Señal se emitía por Futura los sábados por la tarde, con formato semanal.

Sobre finales de aquella década infame, aprovechamos una actividad convocada en Plaza de Mayo, creo que la Marcha de la Resistencia, para juntarnos y charlar tranquilos en un café de Avenida de Mayo. A pesar de todo el trayecto, hablamos poco de nuestras vidas: recuerdo que, un café tras otro, le hincamos el diente al periodismo, al fútbol, a la política.

Entre las curiosidades de esa conversación, quiero evocar una propuesta genial, loca, absurda de Yiyo, que rechazé de plano al instante y rechazaría hoy nuevamente: impulsar la fusión de Gimnasia y Estudiantes para tener un gran club platense. El afán convocante, integrador de Yiyo, estaba en sus bordes.

“Fijate Gabriel: los títulos de Estudiantes y la hinchada de Gimnasia, ¡juntos!”. Le expliqué que no era deseable porque las identidades contrastantes nos enriquecían… y que no era posible porque nos iban a matar. Por entonces, yo sostenía un apasionado diálogo epistolar, telefónico y en ocasiónes personal, con Néstor Basile; para que el Lobo fuera más Lobo, no menos.

Más allá del previsible desacuerdo, la charla fue cálida, franca. Respeto mutuo por la labor que cada uno venía emprendiendo a 60 kilómetros de distancia, concepciones compartidas, y un sendero confluyente sobre la necesidad de brindar información de calidad y análisis de fondo en un mundo comunicacional que venía derrapando.

Hubo algunos asados pletóricos de apetito, vino, fútbol y charlas con proyectos. Se podía estar con Yiyo porque se podía conversar abierta y libremente con él. En una ocasión, tal vez en una quinta de Gonnet, se generó un electrizante debate entre ambos y … Hebe de Bonafini sobre las hinchadas del fútbol platense.

Con los años, simplemente nos seguíamos a la distancia. Pensé varias veces en acercarlo a La Señal Medios con algún programa que nos permitiera volver cruzar labores. En los tiempos recientes habíamos perdido contacto. Sólo el aire, como oyentes respectivos, nos reunía. Permanecía por lo bajo el afecto dibujado en la niñez a través de una pelota.

Ayer unos amigos me hicieron llegar la imagen de un coche volcado, destruido. Adentro estaba Yiyo. El creador, entre otras experiencias, de Los cosos de al lao. 

Qué más se puede decir.

* Area Periodística Radio Grafica FM 89.3 / La Señal Medios.